Reykiavik - La Capital
Reikiavik es el punto de partida natural para cualquier visita que se haga a Islandia, y no sin motivo. La capital es conocida en el mundo por su cultura, su historia y su belleza natural en todas partes.
Una ciudad de fuertes contrastes
El casco urbano de Reikiavik es el núcleo de la escena cultural y artística de Islandia. Durante el día, el ambiente de los cafés es dominante, con animado murmullo de conversaciones. A medida que atardece empiezan a llenarse los excelentes restaurantes de la ciudad, en los que se sirven ingredientes de la zona con delicioso cordero, marisco o caza frescos.
Reikiavik es una ciudad de marcados contrastes: es cosmopolita y una pequeña ciudad, trepidante y sofisticada, juvenil pero llena de historia. Muchos monumentos, nuevos y antiguos, también merecen verse, incluyendo el centro de música y conferencias Harpa, recientemente construido con vistas al océano. Por suerte, en Reikiavik todo está cerca: museos, galerías, teatros, cafés o piscinas, por ejemplo. Por ello, quizá la mejor forma de explorar la ciudad es a pie o en bicicleta.
El lugar perfecto para unas minivacaciones
Su energía palpitante y sus animados eventos mantienen a Reikiavik viva y estimulante. Los visitantes suelen sorprenderse gratamente de cuánta cultura, arte y actividades bullen en la ciudad. Pero además de la fama mundial de su estimulante vida cultural, Reikiavik es la auténtica puerta de acceso a Islandia. La zona de la capital tiene suficientes maravillas naturales a un paso de distancia como para servir de centro de operaciones para explorar una gran cantidad de espectaculares paisajes en varias direcciones.
Desde la ciudad pueden hacerse muchos recorridos de un día a las montañas, los glaciares, los volcanes y los manantiales calientes del entorno. Las excursiones de un día desde Reikiavik pueden incluir la equitación, la escalada de glaciares, el descenso de ríos, la espeleología, la observación de ballenas y mucho más.